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lunes, 16 de abril de 2012

Maciste all'inferno - Guido Brignone (1925)


TÍTULO ORIGINAL Maciste all'inferno
AÑO 1925
IDIOMA Silente
SUBTITULOS Español (Separados) 
DURACIÓN 66 min. 
DIRECTOR Guido Brignone
GUIÓN Riccardo Artuffo (Historia: Dante Alighieri)
MÚSICA Película muda
FOTOGRAFÍA (B&W)
REPARTO Bartolomeo Pagano, Franz Sala, Elena Sangro, Lucia Zanussi, Umberto Guarracino, Domenico Serra, Pauline Polaire
PRODUCTORA Cinès-Pittaluga
GÉNERO Fantástico | Monstruos. Cine mudo 

SINOPSIS Maciste es secuestrado por demonios y llevado al infierno para intentar convertirlo en uno de ellos, alli tendrá que hacer frente a una rebelión. (FILMAFFINITY)



Cuando Stefano Pittaluga decide, a principios del año 1925, poner en marcha Maciste en el infierno, nuestro héroe está atravesando un momento de cansancio. Hace más de diez años que lo hacen girar siempre alrededor del mismo argumento, cambiándole sólo de vestido: ha sido alpino, médium, atleta, policía en vacaciones, justiciero, africano, humanitario, se ha salvado de las aguas, ha luchado contra la muerte, ha salvado a la hija del rey de la plata y en el último film ha sido emperador.
Maciste en el infierno, al contrario, trata de un sujeto completamente diferente, obra de un escritor de cierta inspiración artística que se llama Ricardo Artuffo, pero que usa un acertado seudónimo: “Fantasio”. Y el film resulta una auténtica fantasía diabólica, una mezcla de lo grotesco y lo sentimental, de lo cómico y de lo extraordinario, donde se logran fundir experiencias lejanas como las de Méliès y contemporáneas como las de Metrópolis (dando paso a la explosión absolutamente banal de obras con escaso valor y fácil efecto que llegarían en los primeros años treinta), en un gozoso pastiche de expresionismo y banalidad, sensualidad mediterránea y gótico luciferino.
En esta historia, la lucha del Mal contra el Bien (con obvia victoria final de este último) se complica con elementos sobrenaturales; la evocación una vez más del mundo infernal está hecha según la clásica tradición dantesca vista en las ilustraciones de Gustavo Doré. Guido Brignone, director de categoría no excelsa, aparece aquí en estado de gracia: para crear el reino de las tinieblas, confía en la habilidad de aquel mago de los trucos que es Segundo de Chomón, el cual reproduce en las escenografías del bravo Lombardozzi construcciones monumentales, antros aterradores, fosas profundas, cuadros de una belleza infernal, rojizos de llamas y densos de sombras, cavernas humosas y grupos de diablos cornudos.
En este ambiente de akelarre mágico y místico, donde impera un Barbariccia cubierto de humo y niebla, un Plutón que recuerda el Comefuegos de Pinocho, excitadas diablesas, a las que prestan su turbadora desnudez seductoras actrices como Elena Sangro y Lucía Zanussi, brincantes súbditos del Imperio de los Inferos, Maciste aparece sin embargo, como el más desprotegido, fuera de lugar, un coloso impotente, frente a este fresco caótico que parece animarse como un grabado medieval.
Vittorio Martinelli
http://www.divxclasico.com/foro/viewtopic.php?t=34958&highlight=maciste
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Reseña crítica
Cuando ud. se sienta a ver algo titulado "Maciste al Infierno", no se puede evitar presentir la proyección de un entretenimiento juvenil y de pocas pretenciones. El filme en cuestión, último de la antigua serie del personaje citado, constituye una interesante sorpresa tanto en lo narrativo como en lo visual. La trama se inicia con el noble Maciste (Bartolomeo Pagano), un habitante del siglo del romanticismo cuyo carácter es el de un bonachón que arregla con su fuerza fantástica todo aquello que se presenta confuso o incierto. Un demonio llamado Barbariccia (Franz Sala) sube a la tierra con el objeto de conseguir almas frescas para su superior, y viene a meterse con Maciste. Ante la simpleza de espíritu, sinceridad y afabilidad de Maciste, Barbariccia no puede hacer nada y todos sus intentos de convencimiento o seducción prueban ineficaces. Defenestrado por el bruto, el diablo se acerca a una jovencita (Pauline Polaire) protegida de Maciste, que ha quedado embarazada de un jovencito que aún no se decide a hacerse maduro. Enterado Maciste, visita al joven para hacerle tomar conciencia y en pos de salvar a la joven, es que cae en un infierno más parecido a un sindicato en conflicto que al hogar de las almas condenadas. Al primer signo de hostilidad diabólica, Maciste comienza a repartir moquetes y los trasgos llevan la peor parte. En momentos de descanso, pasea por las instalaciones y descubre a un Lucifer, Emperador del reino del dolor, devorando un traidor, viaja en un dragón (avión del infierno) y se codea con Plutón (Umberto Guarracino), técnicamente Rey del Averno. Entre tanta visita guiada, a Maciste se le inflama el pecho (si es dable semejante cosa) por una demonia cuyo beso convierte al Mr. Músculo del cine mudo en un Diablo con cuernos y cola. Hay una asonada de íncubos bajo el mando del sedicioso Barbariccia y por supuesto la ayuda de Maciste será determinante para el bando ganador. Esta sucesión de correrías y desventuras está finamente subrayada por trucos de cámara de Segundo de Chomón, ornamentados maquillajes especiales y una acción desbordante y fantástica que ofrecen un ambiente acorde al legendario L'INFERNO (1911) de Liguoro, Bertolini y Padovan, pero reemplazando el carácter reverencial de la obra de Dante por las trompadas y piñas del evangelio de Maciste. [Cinefania.com]
http://www.cinefania.com/movie.php/5563/


Nacido para la pantalla como personaje secundario de la superproducción Cabiria (Giovanni Pastrone, 1914) y huérfano de los precedentes culturales de sus colegas Hércules y Ursus (mitológico el primer caso, literario en el segundo), Maciste supuso uno de los mayores ídolos populares de la Itales de los años diez-veinte, encarnado en el físico, grandote y bonachón, de Bartolomeo Pagano, previamente estibador portuario en Génova. Entre las múltiples películas protagonizadas por Maciste / Pagano una de las mejor recordadas es Maciste all’inferno, dirigida, como varias otras del ciclo, por Guido Brignone.
Quienes conozcan el remake de Ricardo Fredda, muy distinto y harto peor, o no hayan visto ningún peplummudo, ante todo se sorprenderán al ver que el Maciste del cine silente es un honesto granjero, que fuma en pipa y viste un traje de tres piezas. Empero, las sorpresas no finalizan aquí:antes bien, esta heteróclitay muy particular epopeya católico-mitológica nunca deja de asombrar, ni decae a lo largo de su sintético desarrollo, plagado de soberbios efectos especiales de nuestro justamente mítico Segundo de Chomón. Desde un desenfado que incluye burlarse del adusto expresionismo alemán (“no soy Fausto”, repilca jocoso Maciste al heraldo satánico que le plantea un pacto) y proponer que el Infierno posee un circuito cerrado de televisión para que los demonios se diviertan espiando a las personas, hasta instantes afines a lo que hoy llamamos gore (el gigantesco Lucifer devorando vivo un pecador, un diablillo con una cabeza “de quita y pon”), pasando por un pertinaz exhibicionismo femenino y alusiones plásticas varias (los comics coetáneos, Gustave Doré), Maciste all’inferno, aun pagando el inevitable tributo al género predominante, y a escala mundial, en el cine mudo (el folletín sobre una jovencita seducida y abandonada) brinda una exuberancia imaginativa tan desbordante como privativa de la cinematografía italiana: no solo el peplum de los 50 y 60, en particular, sino la ecléctica y sensual cualidad específica del cine fantástico italiano, en general, late ya en esta gran película.
Se entiende que Federico Fellini sintiera un parecio muy especial por Maciste all’inferno, y yo Carlos Aguilar
http://www.miradas.net/2011/10/estudios/maciste-allinferno.html


1 comentario:

  1. Hola, felicitaciones por el blog. Te comento que los links de "Un americano a Roma" están caídos. Te agradecería que los revisaras. Muchas Gracias.
    Un abrazo desde el paisito.
    Ruben de Montevideo, Uruguay.

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