L'eclisse - Michelangelo Antonioni (1962)

TÍTULO L'eclisse
AÑO 1962 
IDIOMA Italiano
SUBTITULOS Español (Separados)
DURACIÓN 126 min.
DIRECTOR Michelangelo Antonioni
GUIÓN Tonino Guerra, Michelangelo Antonioni, Elio Bartolini
MÚSICA Giovanni Fusco
FOTOGRAFÍA Gianni di Venanzo (B&W)
REPARTO Alain Delon, Monica Vitti, Francisco Rabal, Louis Seigner, Lilla Brignone, Rossana Rory, Mirella Ricciardi
PRODUCTORA Coproducción Italia-Francia; Cineriz / Interopa Film / Paris Film
GÉNERO Drama

SINOPSIS Tras un desengaño amoroso Via se deja seducir por Piero, creyendo que el amor puede surgir entre ambos. Pero los problemas de comunicación de la pareja irán degradando la relación.

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Subtítulos (Español)
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Premio speciale della Giuria al XV Festival di Cannes, "L'"eclisse" porta alla estreme conseguenze la ricerca dell'autore sul progressivo annullamento dei sentimenti.
Il 1962, evidentemente, non è più il 1959.
La città non è più l'isola del "L'avventura": l'astrattismo dell'ambientazione è tanto più impressionante in quanto legato a scenari urbani ben conosciuti e, altrove, rassicuranti.

Alla ricerca di geometrie architettoniche e umane tali da confortare la sua ricerca, Antonioni sceglie il palazzo della Borsa come uno dei massimi luoghi di alienazione dell'uomo moderno. La metafora è scoperta: il denaro e gli affari hanno preso il posto del cuore. Alla base de "L'eclisse" c'è una geniale intuizione: pensare, cioè, che durante un'eclisse di sole si possano fermare anche i sentimenti. Naturalmente ciò rappresenta un terreno molto fertile per un simile "esperimento": le ricerche passate sembrano approdare all'inevitabile conclusione che non soltanto i sentimenti, ma le coscienze stesse non hanno più diritto di cittadinanza nel mondo di oggi. Così, assumendo connotati quasi apocalittici, l'eclisse si trasforma nel presagio di una catastrofe individuale prima che collettiva.Il passo verso l'ultimo stadio non potrà che essere breve. Forse per questo Antonioni, ritenendo di aver concluso il suo rigoroso "viaggio in Italia" con la scoperta del colore in "Deserto rosso", si dedicherà a ricerche analoghe su orizzonti più vasti: dalla Londra di "Blow-up" agli Stati Uniti di "Zabriskie Point" all'Africa di "Professione reporter". Scoprirà, naturalmente, che il deserto umano è dovunque.

Parola di... Michelangelo Antonioni

« 1962. A Firenze per vedere e girare l'eclisse di sole. Gelo improvviso. Silenzio diverso da tutti gli altri silenzi. Luce terrea, diversa da tutte le altre luci. E poi buio, immobilità totale. Tutto quello che riesco a pensare è che durante l'eclisse probabilmente si fermeranno anche i sentimenti. È un'idea che ha vagamente a che fare con il film che stavo preparando, una sensazione più che un'idea, ma che definisce già il film quando ancora il film è ben lontano dall'essere definito (...). Avrei dovuto mettere nei titoli di testa di "L'eclisse" questi due versi di Dylan Thomas:"... qualche certezza deve pure esistere, se non di amare bene, almeno di non amare" (...). Avrei voluto girare due versioni di "L'eclisse", un film visto dalla parte di lei e l'altro dalla parte del giovane operatore di borsa. Avevo fatto una proposta ai produttori di farne due proprio per la questione del denaro: chi vive in borsa guarda la vita attraverso il biglietto di banca, di conseguenza anche i sentimenti vengono in gran parte filtrati attraverso la ragnatela che il denaro crea intorno alla mente di chi se ne occupa e che non vede altro tutto il santo giorno. Avrei voluto raccontare la stessa storia vista da lui. Ma i produttori hanno preferito fare un solo film».

Da non dimenticare

La sequenza dell'eclisse, che trasfigura la realtà trasformandola in un universo parallelo e, benché familiare, quasi mostruoso.
Francesco Mininni
http://www.cineclub.it/cineclubnews/cn0208-d.htm

Como el primer (y seminal) trabajo de Antonioni en su Trilogía Eros, L`aventura, L´Eclisse es la clase de película que fácilmente, y justamente, podría ser descrita como aburrida. Los personajes tienen poco sentido, no hay mucho que disfrutar formalmente (fuera de la belleza de las largas tomas), y, sobre todo, nada pasa. El descontento de una mujer en dos relaciones se vuelve el foco. Y el descontento (o imposibilidad) de toda la humanidad en todas las relaciones se vuelven el foco.

La pareja en L'Eclisse se compone de Vittoria (Monica Vitti), una reciente soltera, y Pietro (Alain Delon), un inversor financiero desesperado por el dinero. Vittoria esta frágil, herida, enojada y comienza a salir con la primer persona que se le cruza en la vida –la primer escena de la película consiste en una ruptura entre ella y su ahora ex novio. Su hasta el momento Ex tiene una rabieta debido a que no entiende porque Vittoria lo abandona. Antonioni parece rechazar los motivos de Vittoria. Antonioni habla no a través de los diálogos, sino de la Mise en scène, las relaciones especiales y yuxtaposiciones de objetos e individuos, y la ubicación de la cámara que los captura. Subrayando y rodeando su primera escena están los sonidos e imágenes de la invención – el zumbido omnipresente de un ventilador, el destello de las luces, y piezas de arte arquitectónica que entran amenazadoramente en el cuadro. Antonioni trabaja únicamente con formas cerradas en esta escena, atrapando a Vittoria dentro del entorno de su novio. Vittoria nunca dice porque lo abandona, pero cuando abre las persianas para ver el amanecer, se vuelve claro que Vittoria esta sofocada con esta relación –su naturaleza es obstaculizada por su novio. Pasa enfrente de un espejo, gira para mirarse en el, y retrocede horrorizada por la imagen que ve – difícilmente se reconoce porque su ser esta nublado por su novio.
Este tema de la modernización que aplasta, y destruye, la naturaleza es la parte primordial de L'Eclisse. El hombre hacia el cual Vittoria se inclina, Pietro, es una analogía de este tema –se preocupa solo por el dinero y los objetos que el dinero puede comprar. Como Vittoria sabe, al menos inconscientemente, el dinero no puede comprar conciencia de uno mismo. Sin embargo, se junta con Pietro, cautivada por su buena apariencia y encanto. Las tomas finales de Vittoria y Pietro, las tomas en las cuales aprendemos que su relación debe terminar, muestran a Pietro detrás de su escritorio, prisionero de las cosas con las que se gana la vida –teléfonos, lápices, hojas de papel llenas de datos financieros. La naturaleza de Pietro, su ser, se pierde en estas cosas, tan perdido que, hasta este punto, nunca se da cuenta que algo esta perdido. La siguiente toma, de Vittoria, la sigue mientras camina por la calle. Mientras que ella inspecciona su entorno, se siente abrumada por la modernización que la rodea. La cámara la captura detrás de una cerca de hierro –su naturaleza esta atrapada por un artificio de la vida moderna. La cámara luego se inclina hacia arriba, mostrando todos los árboles metafóricamente atrapados también detrás de esa cerca. Antonioni luego se lanza en una “disertación” de siete minutos, yuxtaponiendo la naturaleza contra la civilización moderna. El resultado es un inquietante retrato de la vida moderna destruyendo la naturaleza.
La idea es que, en la destrucción modernizada de la naturaleza, la naturaleza de la humanidad también es destruida. Por tanto, la sinceridad relacional entre los humanos es presentada como inútil –como puede uno expresar sinceramente su ser a otra persona cuando uno no tiene idea de su propio ser?.
Sin dudas, L'Eclisse es una obra maestra. Se construye sobre las ideas que Antonioni desarrolló en L'Avventura mientras que simultáneamente hacia más eficiente la estructura narrativa. Si uno se preocupa por ver mas profundamente que la superficie narrativa, un irresistible, y a veces espantoso, retrato visual de la lucha entre la naturaleza y la modernización es creado, un retrato digno del tiempo y el esfuerzo utilizado para ver y entender este significado.
http://www.cinematismo.com/neorrealismo-italiano/el-eclipse/

Vittoria (Monica Vitti) y Riccardo, prometidos, han agotado el amor que les unía. Invadidos por el hastío, nada tienen que decirse. Vittoria decide marchar. Las miradas son distanciadas y de desafío, son extraños uno para el otro. Fue una terrible noche. Pero es la última vez. Riccardo quiere saber que hacer cuando Vittoria esté ausente. Cuando se conocieron, la mujer tenía veinte años. Era feliz entonces. Tiene la traducción de un artículo en alemán. Lo siente, pero no podrá hacer el trabajo para él. Evitan decirse ciertas cosas. No las dirán ahora. El hombre pregunta si no le ama ya más, o no quiere casarse. No lo sabe. La ruptura es completa. No quiere que la telefonee.
Vittoria acude a la Bolsa. En el estruendoso y desquiciado movimiento de la sala, la madre prueba a jugar con las acciones. Las informaciones recogidas de una manera casual, son empleadas para la inversión. Los infartos son frecuentes en los corredores, debido a la alta tensión del oficio. La madre de Vittoria vive sólo para esto. Ha olvidado a la hija, quien reclama en vano la atención.
Una vez en casa, explica a una vecina amiga, que se siente deprimida, disgustada y utilizada. Algunas agujas e hilo, o un libro, o un hombre, es lo mismo. En casa de Martha, la cual ha residido en Kenia, la protagonista, ataviada como una nativa del país africano, escenifica una graciosa y exótica danza. Comentan la situación africana, el deseo de expulsar a los europeos y la atosuficiencia de los autóctonos.
Un paseo en aeroplano. Un tipo de nube parece un nimbostratus. Están hechas de gotas de agua y copos de nieve. Unas vistas de Roma desde las alturas.
Piero (Alain Delon), escucha los consejos del experto en mercados. Tiene que relajarse con las órdenes, el mercado está un poco inflado. Debe comprar poco. No le gustan las noticias de Rusia. Además, con el clima caliente, la gente tiende a dejarse llevar justo antes de las vacaciones. Las sesiones de la Bolsa son demenciales.
La madre de Vittoria rocía de sal el sitio en el que se sitúa para que le dé suerte. No están vendiendo nada aquí. Si invierten en vender, sólo harán caer el precio. Para cubrir las pérdidas, cada 200 puntos bajo, cubrirán desde 500. O lo cubren o lo tendrán que vender todo. La jornada es catastrófica, todo se encuentra colapsado. No es normal. Alguien mueve siempre los hilos. Son los políticos. Vittoria protesta, no quiere ver a la madre fuera de sí. Necesitará millones para nivelar las pérdidas. Sin embargo, todo se puede recobrar, especialmente aquí. Pero para muchos, es un completo desastre. El dinero perdido no se sabe a donde va.
Piero siente atracción por Vittoria, y la acompaña, tras la agitada sesión. La chica le invita a casa. Ante unas fotos, cuenta el miedo de la madre por la miseria. A ella no le preocupa. Rechaza un beso. La madre llega, y pregunta qué podría hacer para arreglar las cosas.
En el despacho del jefe de negocios, es planteada la cuestión de como informar a los clientes que  invertieron una mayor cantidad de dinero. El mercado refleja el sonido de la situación industrial. El flujo de capitales sigue siendo alto. Otros países están comprando. Suiza está comprando. El Banco de Italia da tiempo extra para aquellos que se encuentran en posiciones débiles. Siempre existe la esperanza de que el ministro haga algo. El jefe califica a Piero de despierto, inteligente, lúcido. No obstante, dejó irse a los clientes sin anotar las nuevas direcciones. Los mejores clientes se quedan, sin ansiedad.
Piero busca a Vittoria, en la noche. Un borracho que pasa por la calle, le roba el coche deportivo. Vittoria realizaba una traducción al español. Al día siguiente, una grúa recupera el auto, precipitado en el fondo del río, con el conductor ahogado. La pareja, citada en el lugar del accidente, Vittoria no está decidida a dejarse conducir por el atractivo del joven. Mantiene una prudente distancia. Le llama por teléfono, pero sin identificarse. Sufrirá la impaciencia del receptor.
Se citan de nuevo. Deciden ir a la casa de los padres de Piero. Es un piso clásico, adornado con objetos de arte. Le explica la pasión por la bolsa. Debería acudir asiduamente para entenderlo. Si uno se involucra, se convierte en una pasión. Unos amorosos abrazos no bastan para convencer a la chica. Si la ropa se rompe, es culpa del material. Por fin, una escena de amor. Y después, un rato sentados en un prado. Vittoria no extraña el matrimonio. Piero no la entiende. Mientras estuvo enamorada de Riccardo, por supuesto, se comprendían. Luego, no hubo más que entender. Él quiere saber si podrían probar los dos juntos. Desearía no amarle, o amarle mucho más.
Juegan, idílicamente enamorados. Planean verse día tras día. A pesar de la anterior experiencia, que deja a la chica desconcertada, frente a la cotidiana monotonía de la existencia.
Ana Kontroversy
http://jmprd24.blogspot.com/2011/02/michelangelo-antonioni-leclisse-1962.html