TÍTULO Anche libero va bene
AÑO 2006
SUBTITULOS Si (Incrustados)
DURACIÓN 108 min.
DIRECTOR Kim Rossi Stuart
GUIÓN Kim Rossi Stuart, Linda Ferri, Federico Starnone, Francesco Giammusso
MÚSICA Erik Paoletti, Banda Osiris
FOTOGRAFÍA Stefano Falivene
REPARTO Kim Rossi Stuart, Barbora Bobulova, Alessandro Morace, Marta Nobili, Pietro De Silva, Sebastiano Tiraboschi, Stefano Busirivici, Alberto Mangiante
PRODUCTORA RAI Cinema / Palomar S.p.a.
GÉNERO Drama
SINOPSIS Dos niños, Tommy (Alessandro Morace) y Viola (Marta Nobili), y su padre, Renato (Kim Rossi Stuart), forman una extraña y luchadora familia después de ser abandonados por la mujer más importante de sus vidas, su madre y esposa. Aun así, inmersos en las incómodas imperfecciones de la familia, sus buenas intenciones, desbordante humanidad, soledad inconsolable, un torbellino de emociones a veces crueles e hirientes, la lección implícita sobre la importancia de "saber amarse" ha mantenido fuertes y a salvo sus vínculos. Inesperadamente, la madre (Barbora Bobulova) reaparece trastornando sus precarios equilibrios y defensas... (FILMAFFINITY)
Enlaces de descarga (Archivos cortados con HJ Split)
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http://www.mediafire.com/?7ptoqjaeudba9ub
http://www.mediafire.com/?jaog389q63eg5do
http://www.mediafire.com/?28p4pjpahvs8cwj
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Un film personale, piccolo, a tratti acerbo e complesso da assorbire, nel quale Kim Rossi Stuart si mette in gioco dietro e davanti la macchina da presa.
La famiglia continua a essere uno degli argomenti più comuni e frequenti nell’ultimo cinema italiano.
Kim Rossi Stuart alla sua opera prima, dopo avere vestito i panni del padre ne Le Chiavi di casa di Gianni Amelio, interpreta Renato, un padre single che vive coi suoi due figli, Viola e Tommi. Abbandonato dalla moglie Stefania (Barbora Bobulova), Renato cerca di condurre avanti al meglio la famiglia, ma non è semplice quando si hanno anche problemi di lavoro. Chi ne soffre di più è il piccolo Tommi.
Spaccato di vita fra le mura di casa, che si ispira, seppure alla lontana, al cinema del Neorealismo, Anche libero va bene, corre sul concetto del modo di vivere l’infanzia, dell’essere figli della nostra infanzia, e della differenza di sguardo sul mondo che possono avere un padre e un figlio. Esperienza contro innocenza, grigio contro blu. E così Tommi che vive altri mondi (l’artefatta famiglia borghese del vicino di casa che lo accoglie a braccia aperte), quando può si chiude al dolore (per lui, la madre che ritorna è un pericolo non una gioia) e si rifugia sul suo amato tetto per guardare dall’alto ciò che accade. Renato, invece, non può più fuggire, perchè il suo tempo è finito, e sfoga la rabbia trattenuta, contro tutto e tutti, ovvero contro se stesso. Solo il suo animo gentile lo salva, figlio dell’innocenza perduta che riaffiora grazie all’amore.
Kim Rossi Stuart si mette in gioco con impegno, in prima persona, dietro e davanti alla macchina da presa, sebbene il suo ruolo dovesse essere interpretato da un altro attore (voci di corridoio dicono Sergio Rubini). Il suo è un film personale, piccolo, a tratti acerbo, complesso da assorbire perchè troppo semplice nella costruzione, che viene fuori alla distanza, quando si è usciti dalla sala, quando è trascorso del tempo. Lo stesso tempo che ci dirà se è diventato adulto anche come regista.
Mattia Nicoletti
http://www.mymovies.it/dizionario/recensione.asp?id=35972
Kim Rossi Stuart alla sua opera prima, dopo avere vestito i panni del padre ne Le Chiavi di casa di Gianni Amelio, interpreta Renato, un padre single che vive coi suoi due figli, Viola e Tommi. Abbandonato dalla moglie Stefania (Barbora Bobulova), Renato cerca di condurre avanti al meglio la famiglia, ma non è semplice quando si hanno anche problemi di lavoro. Chi ne soffre di più è il piccolo Tommi.
Spaccato di vita fra le mura di casa, che si ispira, seppure alla lontana, al cinema del Neorealismo, Anche libero va bene, corre sul concetto del modo di vivere l’infanzia, dell’essere figli della nostra infanzia, e della differenza di sguardo sul mondo che possono avere un padre e un figlio. Esperienza contro innocenza, grigio contro blu. E così Tommi che vive altri mondi (l’artefatta famiglia borghese del vicino di casa che lo accoglie a braccia aperte), quando può si chiude al dolore (per lui, la madre che ritorna è un pericolo non una gioia) e si rifugia sul suo amato tetto per guardare dall’alto ciò che accade. Renato, invece, non può più fuggire, perchè il suo tempo è finito, e sfoga la rabbia trattenuta, contro tutto e tutti, ovvero contro se stesso. Solo il suo animo gentile lo salva, figlio dell’innocenza perduta che riaffiora grazie all’amore.
Kim Rossi Stuart si mette in gioco con impegno, in prima persona, dietro e davanti alla macchina da presa, sebbene il suo ruolo dovesse essere interpretato da un altro attore (voci di corridoio dicono Sergio Rubini). Il suo è un film personale, piccolo, a tratti acerbo, complesso da assorbire perchè troppo semplice nella costruzione, che viene fuori alla distanza, quando si è usciti dalla sala, quando è trascorso del tempo. Lo stesso tempo che ci dirà se è diventato adulto anche come regista.
Mattia Nicoletti
http://www.mymovies.it/dizionario/recensione.asp?id=35972
Padre e hijo
Líbero (Kim Rossi Stuart, 2006) presenta a un niño desamparado y a un padre aún más desamparado, por problemas pecuniarios pero no sólo. La madre que se fue sin decir adiós regresa al nido familiar, a lidiar con el tedio y los compromisos de la vida, y aunque tarda en ser aceptada (salvo por la niña: ella se refugia en lo femenino como un regalo del cielo) parece que viene a aportar cierto equilibrio a un triángulo imposible.
¿O no? Quizá no importe tanto la reunión de la institución al completo (padre, madre, niños) como las motivaciones y los apoyos que cada uno encuentre y respalde en esa existencia comunitaria de ángulos obtusos y emociones inflamadas por el encuentro, a veces molesto, con una realidad social difícilmente marginable.
En ese sentido, Rossi Stuart tiene la habilidad de distanciarse lo suficiente para que los personajes desarrollen su propia idiosincrasia en un mundo de ideas aparentemente insípidas (el niño que quiere ser futbolista y es empujado a la natación; la niña que afronta la pubertad y trata de esclarecer los misterios de su sexualidad), realizando un excelente trabajo con el punto de vista de un niño, Tommy (el debutante Alessandro Morace, que ha filmado también un biopic televisivo encarnando al físico italiano Fulvio Frisone), capaz de oponer las emociones más libres a las más viciadas o, lo que es lo mismo, la sensibilidad inocente de la infancia contra la desidia propia del mundo adulto.
"Kim Rossi Stuart (actor y cineasta) es uno de esos sujetos que equilibran instantes de emoción y expectación en cada uno de sus trabajos. Su poder de evocación trasciende las reducciones a niveles dramáticos o ejercicios de método, vehiculando el drama desde dentro"
Entre la fragilidad afectiva de la madre (nunca se nos muestra su destino explícitamente) y la decepción del padre, que siente haber sido engañado de nuevo, se cuelan decisiones incongruentes que todos comparten con más o menos entereza. Tommy, por ejemplo, traba una amistad sorprendente con un compañero de colegio mudo dándose cuenta de que las ideas preconcebidas nunca son buenas consejeras.
Entre la fragilidad afectiva de la madre (nunca se nos muestra su destino explícitamente) y la decepción del padre, que siente haber sido engañado de nuevo, se cuelan decisiones incongruentes que todos comparten con más o menos entereza. Tommy, por ejemplo, traba una amistad sorprendente con un compañero de colegio mudo dándose cuenta de que las ideas preconcebidas nunca son buenas consejeras.
Pero el papel más difícil corresponde al padre, interpretado por el propio cineasta, operador de steadycam en la ficción. Es este hombre lleno de contradicciones hacia el que todos se miran buscando una respuesta a la raíz del drama (la madre que regresa y vuelve a alejarse dejando tras de sí el dolor inherente a los deseos frustrados y las oportunidades perdidas) el que experimenta la evolución más tétrica, explotando furiosamente contra sus pequeños en unos arrebatos tensísimos representados con una lucidez extrema, sobre todo en lo que atañe al trabajo interpretativo.
No en vano Rossi Stuart es uno de esos sujetos que equilibran instantes de emoción y expectación en cada uno de sus trabajos (mención especial para su papel en Las llaves de casa -Gianni Amelio, 2004-), un poco como Sergio Castellitto, también actor y director en la fallida No te muevas (2004). El poder de evocación que tienen estos dos genios de la actuación trasciende las reducciones a niveles dramáticos o ejercicios de método; son capaces de vehicular el drama desde dentro y componer individuos desasistidos sin el histrionismo distanciador tan habitual en el común del cine europeo contemporáneo.
Al buen trabajo del reparto se une la aspereza de un guión imprevisible y con algunas sorpresas para nada inverosímiles, lo que sitúa a Líbero no sólo como una digna ópera prima sino, directamente, entre lo mejor que el cine italiano ha exportado en los últimos años. Eso teniendo en cuenta la evitable cámara subjetiva en la prueba de natación y algún secundario superficial enganchado de compromiso.
Asimismo, Líbero tiene muchas ventanas sentimentales que alojan y construyen ambigüedad con muy pocos elementos y se aparta de los ruidosos tics propios del cine con niños. La calidez de Tommy no despierta una vis cómica o deliberadamente tierna en ningún momento y el filme se sostiene desde su contundente condición realista, gradualmente melodramática.
Marcos Méndez
http://www.kane3.es/cine/libero.php
http://www.kane3.es/cine/libero.php
i need soundtrack ?
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