TÍTULO ORIGINAL
Senza pietà
AÑO
1948
IDIOMA
Italiano
SUBTÍTULOS
Español (Separados)
DURACIÓN
90 min.
PAÍS
Italia
DIRECCIÓN
Alberto Lattuada
GUIÓN
Federico Fellini, Alberto Lattuada, Tullio Pinelli
MÚSICA
Nino Rota
FOTOGRAFÍA
Aldo Tonti (B&W)
REPARTO
Carla del Poggio, John Kitzmiller, Pierre Claudé, Giulietta Masina, Folco Lulli, Lando Muzio, Enza Giovine, Daniel Jones, Otello Fava
PRODUCTORA
Lux Film
GÉNERO
Drama | Crimen. Racismo. Trenes/Metros
Tal vez me tildarán de pesado y de insistente. Ya sé que la mayoría de ustedes conocen y tienen claro a que se llamó y se sigue llamando “neorrealismo italiano”. Supongo que soy yo mismo quien tiene el concepto tan pillado con pinzas que siempre estoy recurriendo a definiciones y estudios más o menos documentados sobre la materia. Lo último que acabo de leer al respecto es que se trata de una especie de versión italiana del llamado realismo poético francés del que Marcel Carné y su Quai des brûmes eran dos magníficos exponentes. La cruda realidad reflejada con sensibilidad poética podría estar en el punto de partida de algunas películas insignia del movimiento neorrealista. Baste recordar Stromboli, tierra de Dios de Roberto Rossellini, pero no alcanza, y este es un juicio personal, a otros trabajos como esta “Senza Pietá” de Alberto Lattuada.
Sinceramente creo que, sin la dura realidad de la ocupación alemana y la resistencia al poder nazi no hubiésemos hablado nunca de neorrealismo. “Roma, ciudad abierta,”(Rossellini, año 1945) es un claro exponente cinematográfico de aquella situación, y puede considerarse como la película matriz de todo este movimiento. En esa línea claramente influenciada por el conflicto bélico tenemos otras películas: Paisa o Alemania año cero, del propio Rossellini o esta Senza Pietá de Lattuada. Otras se alejarán un tanto de la guerra finalizada, aunque seguirán mostrando una sociedad que trata de resurgir de las cenizas de las bombas y de los escombros de la destrucción: Ladrón de Bicicletas.
En Senza Pietá la guerra está latente. La Policía Militar americana trata de poner cierto orden en las calles de una Italia recién liberada. Son tiempos de contrabando, de pillaje, de vandalismo y de negocios sucios. Tiempos de miseria donde lo importante es sobrevivir aunque sea a costa de comerse las lágrimas y enterrar la moral en el fondo de la faltriquera. En las sinopsis que he leído de esta película, se dice que estamos ante una historia de amor entre una prostituta y un sargento americano de color. Tal parece que quienes resumen la película han visto la película pulsando el “forward” . No mienten, pero no dicen toda la verdad. Identificar el engaño a una buena muchacha, que tras enterrar a un hijo muerto con apenas 12 días y luchando por sobrevivir parte en busca de su hermano, con la prostitución es sintetizar tanto las cosas que acaban deformando la verdad. A la única persona que se preocupa por ella, el sargento de la PM, se le tiende una trampa en la que acaba cayendo por amor. Y ella, durante el tiempo que el soldado pasa en prisión se ve obligada a muchas cosas por un grupo mafioso que domina todo Livorno.
Tampoco estoy de acuerdo con quienes distorsionan la historia de amor añadiéndole tintes racistas o antirracistas, según se mire, aunque en este tema es posible que a finales de los 40 las cosas se viesen de otro modo muy distinto al actual. En cualquier caso, y según cuentan las crónicas, muchos soldados negros trataban de quedarse en Europa dada la situación insufrible que vivían los hombres de color en los Estados Unidos.
La historia que, brevemente, les he contado sin destripar muchas cosas, está en el centro. En la periferia tenemos la fotografía real de una Italia rota, destrozada por la guerra, donde se filmaba en las calles porque Cineccitá estaba destruida, donde incluso muchos actores no eran profesionales y donde, a través del cine, se daba una imagen al mundo de la Italia cierta y real.
Antes del conflicto mundial, el cine italiano era un exponente de la Italia tradicional, llevando a la pantalla obras clásicas de la literatura , dramas rurales o comedias urbanas. Con la reconstrucción llega otro tipo de cine donde los aspectos comerciales empiezan a tener un peso específico importante y donde la ficción le va robando espacio a la realidad. Entre esos dos ríos: El neorrealismo es el espejo de una Italia luchadora.
En Senza Pietá colaboró (también lo hizo en otros trabajos de Lattuada) un Federico Fellini, cuyo debut directivo se produciría poco después, también con el director milanés, en Luces de Variedades. La presencia de Nino Rota en la música o de Aldo Tonti en la fotografía son circunstancias a valorar y mucho. Una gran promesa como Giulietta Massina es otro de los grandes alicientes del film.
Senza Pietá es un trabajo excelente de uno de los mejores directores italianos. Un gran desconocido para la mayoría. De él, ya comentamos en este blog, Anna, con Silvana Mangano, y con toda seguridad continuaré viendo trabajos suyos.
http://conelcineenlostalones.blogspot.com/2014/03/sin-piedad-alberto-lattuada-1948.html
Sinopsis
Recién terminada la Segunda Guerra Mundial, Angela intenta llegar a Livorno donde cree que vive su hermano. Viaja en el vagón de un tren como polizón y durante el trayecto, es testigo de un tiroteo entre unos delincuentes y una patrulla militar estadounidense. Uno de los forajidos y un sargento afroamericano suben disparándose al furgón y el militar resulta herido. Angela trata de curarle y cuando el tren llega a la estación pide ayuda, pero confundida por la policía con una prostituta, es arrestada.
Enseguida, la internan en el 5º pabellón del hospital de Livorno, el lugar donde las mujeres apresadas en las redadas, permanecen retenidas.
En la institución, Angela hace amistad con Marcella y una noche las dos muchachas escapan juntas.
Marcella la lleva ante Pierluigi, quien dirige una red de contrabando y prostitución. Angela, está sola y se ve obligada a aceptar la poco honesta oferta de trabajo hecha por el mafioso, quien le cuenta que su hermano era un contrabandista y murió en un enfrentamiento con la policía.
Una tarde, Angela se encuentra de nuevo con Jerry Jackson, el sargento estadounidense negro a quien ayudó en el tren, y se hacen amigos.
Los bandidos locales quieren utilizar a Jerry para robar mercancías de los almacenes del ejército de los EE.UU. y después venderlos en el mercado negro. En un principio, el hombre rechaza el intento de soborno, pero se ha enamorado de Angela y con la esperanza de obtener el dinero suficiente para que deje a Pierluigi, cede a los deseos de los delincuentes y colabora con ellos. Sin embargo, Jerry es capturado y encarcelado.
Unos días después, el militar consigue fugarse.
Mientras Marcella consigue su sueño y se marcha a Estados Unidos con su novio, que también es afroamericano, Jerry y Angela le roban a Pierluigi una gran suma de dinero destinada a pagar una carga de contrabando. Los malhechores los persiguen y finalmente los encuentran en una pequeña iglesia. Se produce un tiroteo y Angela cae muerta.
Mientras el jefe y sus hombres huyen con el dinero, Jerry, desesperado, carga el cuerpo de Angela en un camión y se lanza por un acantilado.
Curiosidades
-Carlo Ponti, el productor, había sugerido a Fellini y Pinelli, a la postre los guionistas del film, que antes de escribir el guion, visitaran los escenarios donde se iba a desarrollar la trama; ambos se quedaron en el lugar durante unas semanas disfrazándose de vagabundos para poder moverse libremente sin ser molestados.
-La realización de la película se vio dificultada por rodarse en la “Pineta di Tombolo” de Livorno, escenario donde campaban a sus anchas la delincuencia y la prostitución (incluso Carla Del Poggio, fue confundida con una prostituta). Fueron necesarios acuerdos con las pandillas que infestaban la zona. Todo ello hizo que Lattuada tuviera que renunciar a varias escenas.
-John Kitzmiller, además de ser uno de los intérpretes de la película, era oficial del Ejército de EEUU, y actuó como mediador para posibilitar la filmación de escenas dentro del peligroso lugar de rodaje.
-El director del Hotel Majestic en Roma actuó en el film bajo el pseudónimo de Pierre Claudè, dando vida a Pierluigi, el líder de la banda. Fue su única actividad cinematográfica.
-Federico Fellini con Giulietta Masina por un lado, y Alberto Lattuada con Carla Del Poggio por otro, formaban dos matrimonios en la vida real; el mismo Lattuada relata que en el momento de realizarse “Senza pietà”, las dos parejas eran muy amigas y formaban "un cuarteto inseparable". Tres años más tarde, la relación se cortó tras el fracaso de la película “Luci del varietà” (1950) que marcó el final de la colaboración entre los dos cineastas.
-El personaje de la hermana Gertrude está basado en una persona real, una monja que cuidaba a mujeres jóvenes en el 5º Pabellón del Hospital Livorno.
-La escena final se desarrolla a primera hora de la mañana, pero en realidad se filmó por la tarde, debido a la posición del sol sobre la costa oeste de la Toscana que habría ocasionado problemas de contraluz.
-La película fue prohibida en las zonas de ocupación estadounidenses y británicas en Alemania.
-La relación amorosa interracial entre los protagonistas era considerada un tema “delicado” e hizo que Lattuada tuviera problemas de distribución del film en algunos países.
-“Nastro d’Argento (Cinta de Plata) para Giulietta Masina como Mejor Actriz Secundaria.
https://pizarradelespectador.blogspot.com/2019/08/cine-neorrealista-costumbrista-italiano_24.html
Nell'immediato secondo dopoguerra Angela, una ragazza sbandata, cerca di raggiungere in treno Livorno, dove ritiene abiti il fratello. Mentre viaggia su un treno merci, rimane coinvolta in una sparatoria tra i militari americani e alcuni malviventi, e assiste al ferimento di Jerry, un soldato di colore. Condotta in un istituto religioso dalla polizia, Angela stringe amicizia con la volitiva Marcella: le due ragazze evadono insieme. Livorno è in quel momento sede della principale base americana in Italia, luogo di perdizione e centro dei traffici più oscuri. Marcella conduce Angela dall'ambiguo Pierluigi, che gestisce un losco giro di contrabbando e prostituzione. Il fratello non è più in città, e Angela è costretta a non rifiutare le disoneste offerte di lavoro fatte da Pierluigi. Nel frattempo Jerry è guarito e, incontrata di nuovo Angela, se ne innamora; per aiutarla accetta di consegnare merce alla banda di Pierluigi. Scoperto, viene però arrestato. Per Angela inizia un periodo terribile di sfruttamento, oggetto com'è degli insani ricatti di Pierluigi. Jerry evade dal campo di reclusione e torna alla ricerca di Angela. Mentre Marcella corona il suo sogno di libertà e parte per gli Stati Uniti, Jerry e Angela tentano di sottrarre a Pierluigi una ingente somma di denaro destinata al pagamento di un carico di contrabbando. I malviventi li inseguono e, durante un drammatico conflitto a fuoco, Angela è colpita a morte. Jerry, disperato, carica il suo cadavere su un camion e si getta con l'amata defunta in una scarpata.
Nel novero dei vari modi con i quali il cinema italiano del primo dopoguerra si avvicina alla realtà postbellica, la sottolineatura della componente 'nera' è elemento di primo piano, soprattutto in quei registi che uniscono all'attenzione per i dati formali una cultura filmica che guarda agli Stati Uniti come alla Francia: su tutti, Giuseppe De Santis e Alberto Lattuada. Già in Il bandito (1946) Lattuada aveva posto l'accento sull'ineluttabilità del destino che attendeva i reduci, sconfitti dall'andamento degli eventi bellici e poi da una società che li respingeva, e costretti infine a scendere sul terreno della criminalità. Senza pietà, con la didascalia che lo apre a ricordarlo fin dal primo momento, sposta il discorso sui tanti indifesi rimasti vittime di un periodo di grande confusione materiale e morale, della solitudine, della povertà, della necessità di riscatto. Per questo Lattuada sceglie Tombolo, già immortalata come 'paradiso nero' da un'altra pellicola (Tombolo ‒ Paradiso nero, Giorgio Ferroni 1947), come simbolo della tentazione criminale, luogo di perdizione dove albergano i vizi e le depravazioni peggiori. Il racconto, che procede a ritmo serrato e incrocia le vicende delle ragazze a quelle di Jerry, soldato nero che ama una donna bianca, ritrae con cupo realismo i mille mali ancora da sanare che attraversano quell'Italia distrutta. La disperazione di fondo, il plumbeo grigiore sono un portato del cinema francese d'anteguerra, mentre la densità della messa in scena e l'avvolgente linearità di alcuni movimenti di macchina provengono direttamente dall'amore per i film hollywoodiani. La sequenza della balera, nella quale le ragazze danzano scatenate con i loro amanti e clienti, è una testimonianza di questo amore, come già avviene nell'opera di De Santis; il montaggio rapido fa salire la tensione insieme al ritmo della musica ed esalta la controllata ma sensuale esposizione dei corpi delle donne, fuori dalle sottovesti e dai vestiti a fiori.
La coppia Fellini-Pinelli, responsabile di tanti film importanti dell'epoca, costruisce una sceneggiatura solida e sostenuta dalla partecipazione di alcuni dei miglior caratteristi dell'epoca, dal grande Folco Lulli all'onnipresente John Kitzmiller (già in Paisà, in Tombolo ‒ Paradiso nero e in Vivere in pace di Luigi Zampa, 1947) che in virtù del suo status di ufficiale dell'esercito americano fece ottenere a Lattuada il permesso di girare a Livorno. Carla Del Poggio perde in Senza pietà l'aura rassicurante di ragazza della porta accanto che le avevano donato le sue partecipazioni cinematografiche d'anteguerra. Il film segna anche la definitiva consacrazione di Giulietta Masina che, al suo primo ruolo importante, fu premiata con un Nastro d'argento. Esaurita la contingenza del momento, ed evaporato il comune sentire dell'ispirazione neorealista, Lattuada lascerà prevalere l'ispirazione calligrafica e letteraria, a partire dal successivo Il mulino del Po (1949).
Interpreti e personaggi: Carla Del Poggio (Angela Borghi), John Kitzmiller (Jerry Jackson), Giulietta Masina (Marcella), Folco Lulli (Jack), Pierre Claudé (Pierluigi), Daniel Jones (Richard), Enza Giovine (suor Gertrude), Otello Fava (Sordo), Lando Muzio (capitano sudamericano), Romano Villi (bandito), Max Lancia [Cesare Lancia], Mario Perrone (banditi), Carlo Bianco (barone Hoffman), Joseph Falletta (americano), Patrizia Lari (ragazza nell'istituto correzionale).
https://www.treccani.it/enciclopedia/senza-pieta_%28Enciclopedia-del-Cinema%29/
Me llevo feliz este Lattuada, grande Amarcord!
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