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martes, 1 de junio de 2021

Africa Addio - Gualtiero Jacopetti, Franco Prosperi (1966)

 

TÍTULO ORIGINAL
Africa addio
AÑO
1966
IDIOMA
Italiano
SUBTÍTULOS
Español (Separados)
DURACIÓN
140 min.
PAÍS
Italia
DIRECCIÓN
Gualtiero Jacopetti, Franco Prosperi
GUIÓN
Gualtiero Jacopetti, Franco Prosperi
MÚSICA
Riz Ortolani
FOTOGRAFÍA
Antonio Climati
REPARTO
Documental, intervenciones de: Sergio Rossi, Gualtiero Jacopetti, Ian Yule
PRODUCTORA
Cineriz
GÉNERO
Documental | África. Secuela. Película Mondo

Sinopsis
Segunda secuela de "Mondo Cane", esta vez centrada en las extravagancias africanas. (FILMAFFINITY)

Premios
1965: Premios David di Donatello: Mejor producción (ex aequo)

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EL ESPECTACULO DE LA AGONIA

África, aquella escenografía para la fantasía aventurera, se vino abajo. El espejismo de un continente rústico pero fascinante, salvaje pero dominable que el cine proyectaba a los ojos occidentales se desvaneció de golpe. África, aquel escenario del saqueo europeo, era devuelto a sus verdaderos dueños. Los documentalistas Gualtiero Jacopetti y Franco Prosperi viajaron para ver qué dejaba a sus espaldas la última autoridad colonial al zarpar. El resultado fue “África Addio” (Adiós Africa, 1966), un retrato desolador. El caos, las masacres étnicas, las tiranías sanginarias, eran ahora las postales africanas. Pero Europa prefería mirar a otra parte.

Cuando decir “mondo”, sin ser italiano, era referirse a un nuevo género cinematográfico, la carrera de Gualtiero Jacopetti y Franco Prosperi, realizadores de “Mondo Cane” (1962), peligraba bajo la marea de su propia ola. “Mondo Cane” había traído al público algo completamente nuevo. La realidad podía ser un espectáculo mucho más impactante que cualquier ficción. La inmensa popularidad de la cinta creó un público nuevo que infinidad de “mondos” posteriores aún no han logrado saciar. Por su parte, Jacopetti y Prosperi se vieron presionados a sacar el jugo al material restante de "Mondo Cane" y montaron dos películas medianas “Mondo Cane Nº2” (1963) y “La donna nel mondo” (1963). Afortunadamente, su siguiente proyecto, “Africa Addio”, salvaría su filmografía del estancamiento prematuro. Ahora sobresalir exigía una apuesta mucho más audaz. La oportunidad fue vista en el continente africano que a inicios de los sesenta se independizaba de Europa. El proyecto tomaría tres años y casi costaría la vida de sus realizadores.

“Africa Addio” es una pesadilla con bella fotografía. El espíritu lúdico y el sentido del humor de “Mondo Cane” no tiene cabida en este retrato devastador de la condición humana. Sin la “supervisión europea”, África es presa del caos. El entusiasmo inicial por la partida de los europeos y el fin de las desigualdades que estos instauraron, rápidamente es reemplazado por los resentimientos étnicos y la pobreza extrema. Lo que sigue es el recuento de una realidad atroz. Sin las antiguas restricciones, los parques nacionales son invadidos y la vida silvestre depredada. Largas secuencias de matanza de animales están entre las más famosas de esta película. Vemos cazadores blancos disparando a elefantes desde helicópteros y decenas de cazadores nativos matando a punta de lanza a ciervos, elefantes y hipopótamos. Es arduo matar a un animal de gran tamaño sin armas de fuego, “Africa Addio” nos lo demuestra en tiempo real. La cacería de hombres no se hace esperar. Desde las alturas vemos a toda una población árabe en espera del genocidio, mientras los cadáveres se van amontonando en fosas. Más ejecuciones, guerrillas, linchamientos, la cámara de “Africa Addio” se infiltra en las revueltas y se mancha de sangre.

Sin embargo, todo este horror es mostrado con una fotografía exquisita y una banda sonora de primera. Por momentos se hace difícil creer que toda esa precisión y variedad de planos pueda ser posible ante hechos supuestamente espontáneos. Esta es la sospecha que ha caído desde el principio sobre el cine de Jacopetti y Prosperi ¿Cuánto del material ha sido escenificado? En el documental “Godfathers of Mondo” (2003), Jacopetti, a sus 84 años, asegura que con “Africa Addio” nada podía estar previsto, filmaron lo que iban encontrando en sus tres años de periplo. Algo que muchos no creyeron por aquel tiempo. Antes de estrenarse, “Africa Addio” produjo gran escándalo por la acusación de haberse propiciado para las cámaras la ejecución de un rebelde negro por obra de mercenarios. La denuncia llegó a las instancias más altas en Italia. En el delirio los jueces incluso quisieron saber quién había matado a todos los demás. El equipo entero tuvo que retornar para reunir pruebas de inocencia y sólo con eso pudieron salir librados. Yo sospecho que Jacopetti y Prosperi son responsables de otra horrenda escena de muerte del film: el hipopótamo que muere por cientos de lanzas. La evidencia: en “Godfathers of Mondo”, Prosperi, que de entrada parece un aficionado a la caza (¿por qué se haría entrevistar con un comillo de marfil al costado?), nos enseña entre su colección de recuerdos africanos el cráneo del “famoso hipopótamo”. No explica cómo lo obtuvo (¿no lo habían matado para comérselo?), en cambio destaca que “ahora sería difícil encontrar hipopótamos así de grandes en Mozambique”.

Como era de esperarse, la conmoción producida por “Africa Addio” fue inmensa en Italia. No solamente las imágenes eran bastante chocantes e inusuales, sino que la narración en off que las acompañaba planteaba una visión de tintes racistas. Según los realizadores, África no estaba preparada para gobernarse a sí misma. “Europa abandonó a su bebé negro cuando este más lo necesitaba”. Sin la protección del hombre blanco, los negros se desbordan en un festín de sangre y pillaje. La mayoría de veces la narración hace aseveraciones de una retórica capsiosa, de una ironía torpe, menos interesada en el análisis que en la opinión particular. La acusación de racista fue otra gran polémica que recayó sobre los realizadores. El nuevo escándalo mermó en gran media el potencial de poner en el tapete occidental la realidad africana, pues claramente el film señalaba que eran los europeos los primeros responsables de todo aquel desastre, al no formar clases políticas que ejerzan el poder en Africa. En mi opinión, Jacopetti y Prosperi no eran racistas, en el sentido estricto al menos. Su desatino estuvo en tantear sus propios comentarios políticos, demasiado superficiales y presuntuosos para un material tan delicado.

El impacto de “Africa Addio” también se vio afectado tan pronto la censura de diferentes países pusiera las manos sobre ella para la distribución internacional. En Francia, el film fue secuestrado por el gobierno y en Estados Unidos, con alteraciones nada respetuosas, se le rebautizó como “Africa, blood and guts” (Africa, sangre y tripas) para mayor identificación con el ya desprestigiado “mondo”.

Con todo, “Africa Addio” es un hoy una obra que merece verse por importantes razones. Es el único documento cinematográfico existente sobre la transición africana. Tristemente nos demuestra que las cosas no han cambiado mucho hasta hoy, la escasa información que se difunde de África al mundo reporta los mismos trágicos hechos. Es un documental de muy buena factura, resultado de un trabajo paciente y apasionado, un doloroso placer para los ojos. Y, por último, sus realizadores arriesgaron el pellejo al hacerla y se siente constantemente la presencia del peligro.

En una de las escenas más tensas del film, el equipo se inmiscuye en auto por un barrio que está siendo tomado por rebeldes. Cadáveres recientes desperdigados en las aceras y hombres de cara contra los muros. Un guerrillero los intercepta, rompe el parabrisas con la culata y los obliga a detenerse. Jacopetti y otros del equipo son hechos prisioneros y conducidos al muro. “Africa Addio” no explica el milagro que los salvó de ser ejecutados. Jacopetti contaría después, no sin extrañeza: un soldado negro gritó de repente: “Alto, no son blancos, son italianos”, es decir no son ingleses.
http://www.tetonadefellini.com/2007/03/africa-addio-adios-africa-mondo.html


Lanzado en formato de corto con el nombre de "Africa blood and guts" en Estados Unidos y como "Farewell Africa" en Reino Unido. La película fue grabada en tres años por dos realizadores italianos que habían ganado fama (junto con el co-director Paolo Cavara) como directores de "Mondo Cane" en 1962, película que aseguró posteriormente la viabilidad de películas de  un ¿género? conocido como "Mondo", o "Shockumentaries", esto es, documentales que presentaban temas sensacionalistas que se realizaban con el único fin de atraer al público.

Originalmente, en la década de los sesenta, este tipo de producciones empezaron siendo una mezcla entre ficción y documental, como entretenimiento con la realidad, (algo así como los realities actuales) pero que con "Africa Addio" llegó al extremo de mostrar cacerías de animales, animales devorando hombres, masacres étnicas y otros eventos fuera de contexto. En otras películas los eventos escalan y junto con escenas simuladas de canibalismo, muertes, abortos, etc. las hacen pasar por reales. Algo de lo que posteriormente, o junto con ello, se alimentaban las películas conocidas como snuff.

Africa Addio habla sobre el fin de la era colonial en África con un discurso que raya en lo racista, al mostrar este continente como lleno de gente y costumbres salvajes que fueron apenas redimidos en la época colonialista. Toda una joya para indignarse y una muestra del mercado dedicado a esto. Aparentemente existen diferencias del metraje presentado en Estados Unidos, que según algunos cambia el sentido del documental; sin embargo, en la versión italiana (la de este post y la original) no difiere mucho el sentimiento.
http://memoriadocumental.blogspot.com/2012/12/africa-addio.html

 

“Africa Addio”, también conocida como “Africa: Blood and guts” en los EEUU, y “Farewell Africa” en el Reino Unido, se trata de un documental realizado por dos periodistas italianos en 1966 con el trasfondo de la descolonización en África en los años 60, que se ajusta a los hechos, cuando aquel continente fascinante de aventuras que el cine proyectaba a los occidentales se vino abajo y se desvaneció de golpe. Es importante ver este documental porque esta época histórica apenas recibe atención en los medios, sean de masas o alternativos. Los jóvenes de hoy no la conocen. Y si el presente sorprende a alguien es porque no conoce el pasado.

En este film, los documentalistas italianos Gualtiero Jacopetti y Franco Prosperi, directores del film, viajaron a África para ver lo que vino después de irse las últimas autoridades coloniales durante un periplo de tres años en el que sus realizadores aseguraron que filmaron lo que encontraron en esos tres años que duró su proyecto. Y lo que vieron fue que el caos, las masacres étnicas y tribales, y las tiranías sanguinarias eran la nueva realidad en el momento en que África fue devuelta a los africanos. En este documental se muestra lo que sucedió en la descolonización, pero no por qué sucedió ésta ni el porqué del brusco abandono de las colonias, al dictado de la modernidad, que dio paso a un periodo más oscuro que la propia colonización. El documental recibió críticas muy elogiosas, pero también fue atacado y boicoteado, y difamados sus autores. Así, por ejemplo, en la entonces Alemania Occidental, no se llegó a estrenar debido al boicot vandálico de un grupo organizado de estudiantes y de negros que hicieron manifestaciones y atacaron salas de cine. Y, de hecho, el documental no se ha vuelto a editar en décadas.

El colonialismo de unos pueblos a otros ha sido una ley natural a lo largo de toda la historia de la humanidad, y ha sido practicado por todos los pueblos, por todas las razas y por todas las grandes civilizaciones. Pero solo el colonialismo de los europeos ha dejado ventajas para las poblaciones indígenas. Por eso, hay que entenderlo en su contexto histórico.

Y es que los anticolonialistas, cuando se refieren al colonialismo, nunca se refieren al “buen” colonialismo comunista, soviético o chino, ni al “buen” colonialismo judeoamericano o yanqui-sionista. Se refieren únicamente a la presencia europea en África y Asia, al igual que la leyenda negra de España en América, y a la labor de los colonos blancos que se dedicaron a cosas tan terribles como enseñar a vivir como personas a africanos y asiáticos, terminar con la esclavitud, y costumbres tan “civilizadas” como el canibalismo, la antropofagia, la idolatría más monstruosa con sacrificios rituales humanos, además de la lucha contra las epidemias y la mortalidad infantil, y la construcción de todo tipo de infraestructuras, escuelas, universidades, carreteras, hospitales, ferrocarriles, aeródromos y centros de investigación en beneficio de las poblaciones indígenas.

Y tras la descolonización, el neocolonialismo económico de Wall Street, no ha limitado su acción al área de los antiguos imperios coloniales europeos, sino que toda Sudamérica ha sido y sigue siendo sometida al imperialismo económico de la Alta Finanza. Y así, al final del llamado proceso descolonizador, apareció el neocolonialismo, un sistema de explotación sin ninguna de las ventajas del viejo colonialismo para las poblaciones indígenas, y con todos sus inconvenientes multiplicados.  En este caso, al comienzo de este documental, llama la atención al respecto, cómo se ve a unos guerreros africanos que gritan “Libertad” y en sus escudos se ve claramente el logotipo de BP (la compañía British Petroleum). Un detalle sorprendente y a la vez revelador.

Esta película ofrece una visión de la realidad incómoda para el pensamiento único progre, pues abre estos interrogantes: ¿Qué hicieron los africanos cuando se les entregó su libertad? Ya eran libres, y tenían medios, las infraestructuras que les dejaron los colonos blancos, apoyo internacional, materias primas y espacio para haber fundado naciones prósperas. Y sin embargo, todas se hundieron. Todas sin excepción. Y se hundieron mucho más debajo de lo que habían estado el colonialismo de los blancos. Las desigualdades, lejos de aminorarse, aumentaron, y este hecho sigue siendo un tabú que la modernidad y la progresía se niegan a abordar, porque prefieren seguir con la cantinela de que la culpa es de los blancos, pese a que estos se fueron hace ya casi 60 años Y es evidente que sin aceptar la realidad no se pueden encontrar soluciones razonables, viables y justas para todos, blancos y negros.

El film de Jacopetti y Prosperi lo que refleja es que sin la supervisión europea, África fue presa del caos. Tras la partida de los europeos, aparecieron los resentimientos étnicos y la pobreza extrema. Los parques nacionales fueron invadidos y la vida silvestre depredada. Entre las secuencias más famosas de esta película están las de matanzas de animales, y los cazadores nativos matando a punta de lanza a ciervos, elefantes e hipopótamos, y peor aún los blancos que desde helicópteros disparan a los elefantes. Y también la cacería de hombres: ejecuciones, genocidios, guerrillas, linchamientos, revueltas, mercenarios, …., en Nairobi, en la guerra del Congo, en Angola, los boers en Sudáfrica, o una población árabe en espera del genocidio, mientras los cadáveres de los árabes muertos se amontonan en fosas en la violencia que siguió a la revolución de Zanzibar con la masacre de 1964 de unos 5000 árabes, o las secuelas del levantamiento de los Mau Mau en Kenia, etc.

“Africa Addio” muestra todos estos horrores con una fotografía bella y exquisita del director de fotografía de la película, Antonio Climati, y con una banda sonora muy lograda del compositor Riz Ortolani.

En definitiva una obra maestra como documental con un buen guion que refleja con mucho realismo y rigor lo que fue el proceso descolonizador en África, y que es muy recomendable ver, pues aún se puede ver en youtube, tanto en la versión original en italiano y subtitulada en español (138 min), como una versión recortada en español (95 min)…. antes de que la censuren en internet en estos tiempos de corrección política.
Eduardo Nuñez
https://elcorreodeespana.com/cine/132576872/Un-documental-para-ver-y-reflexionar-Africa-Addio-1966-Por-Eduardo-Nunez.html


 


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