TÍTULO ORIGINAL
Contronatura (Schreie in der Nacht)
AÑO
1969
IDIOMA
Italiano
SUBTÍTULOS
Español e Inglés (Separados)
DURACIÓN
83 min.
PAÍS
Alemania del Oeste (RFA)
DIRECCIÓN
Antonio Margheriti (Anthony M. Dawson)
GUIÓN
Antonio Margheriti
MÚSICA
Carlo Savina
FOTOGRAFÍA
Riccardo Pallottini
REPARTO
Joachim Fuchsberger, Marianne Koch, Helga Anders, Claudio Camaso, Dominique Boschero, Luciano Pigozzi, Marianne Leibl, Giuliano Raffaelli, Marco Morelli, Gudrun Schmidt
PRODUCTORA
Coproducción Alemania del Oeste (RFA)-Italia; CCC Filmproduktion, Edo, Super International Pictures
GÉNERO
Thriller. Fantástico | Crimen
SINOSSI:
Nell'Inghilterra della prima metà del Novecento cinque viaggiatori trovano rifugio durante un temporale in un cupo maniero isolato. Qui sono accolti da Uriah, il quale insieme alla madre Herta, una medium, si dedica a pratiche spiritistiche. Proprio l’arrivo degli ospiti ha interrotto una seduta spiritica in corso. I cinque nuovi presenti prendendo parte anche loro alla seduta, pian piano rivivono le varie nefandezze da loro compiute negli anni ed i fantasmi di coloro che avevano ucciso o fatto morire per i loro turpi desideri...
Margheriti, col solito pseudonimo di Anthony M. Dawson, realizza indiscutibilmente il suo capolavoro. Un film cupo e crudele allo stesso tempo che non lascia molti spazi al perdono, dove in una villa in mezzo alla campagna e immersa nella nebbiosa brughiera, innocenti e colpevoli sono puniti assieme dalla vendetta delle forze del male. La decadenza morale dei protagonisti si avverte in ogni singola inquadratura. Nessuno è più innocente...
Nella varie sequenze all'interno della villa è quasi possibile sentire, grazie all'abile mano di Margheriti, che privilegia movimenti di macchina avvolgenti e sinuosi, le tensioni e le paure dei protagonisti. Il ricorso al colore (il rosso e il bruno) assieme ad una scenografia dagli addobbi ridondanti e pesanti contribuiscono a sottolineare il carattere sospeso del tempo dell’azione, creando un'atmosfera di angoscia e di suspence, per giungere infine all'inaspettata e poetica conclusione della storia quando una terrificante ondata di fango sommerge i protagonisti.
L'ultima ed inquietante sequenza rivelatrice, nella quale il peccatore espia in maniera atroce la sua colpa, metaforicamente sembra annunciare il canto del cigno del fantastico italiano. Infatti, alla fine del decennio d’oro del gotico italiano, Contronatura segna la fine definitiva di quel modello e funge da spartiacque sia tra il gotico-sexy degli anni Sessanta e l’horror erotico degli anni Settanta, sia tra l’horror di discendenza anglosassone e il nascente giallo argentiano.
Contronatura riassume in sé, nella sua perfezione, tutte le caratteristiche e le inquietudini erotiche della cinematografia di genere italiana.
Margheriti, infatti, prefigura in un certo modo le audacie della cinematografia di genere a venire, rimanendo però all’interno di quella goticità italiana tipica degli anni Sessanta che tanta fortuna ha portato ai migliori autori italiani. Per concludere, Contronatura è senza ombra di dubbio uno dei gotici italiani meglio girati del decennio, nei suoi momenti migliori secondo solo alle opere del grande e compianto Bava.
Alessio
https://www.mescalina.it/cinema/recensioni/anthony-m-dawson-antonio-margheriti/contronatura
Uno “sTRASHissimo” curioso, un horror all’italiana che segna una linea di demarcazione fra il gotico-sexy degli anni Sessanta e l’horror pseudo-erotico anni Settanta. Vedere oggi le protagoniste impegnate nei loro giochi erotici sempre perfettamente imparruccate, mai un capello fuori posto, il trucco pesante senza alcuna sbavatura, è un’esperienza davvero esilarante.
Margheriti (che si nascose dietro lo pseudonimo Anthony M. Dawson, variato da un iniziale Daises, quando scoprì che il termine, in America, significava “omosessuale”), sin dall’inizio della sua carriera amò inserire nei suoi lavori richiami espliciti al lesbismo, in seguito divenuti di rito nella maggior parte degli horror e gotici nostrani. Questo film non fa eccezione.
Le scene lesbiche fra le protagoniste (entrambe coniugate) sono eccezionalmente spinte per quei tempi. Margaret (Bosquero) è profondamente attratta da Vivian Taylor (Koch): cerca di sedurla ma lei non vuol proprio saperne, la rifiuta con forza. Margaret allora la costringe ad assecondarla con il ricatto - per un po’ Vivian ci sta ed anzi, sembra gradire, poi ci ripensa, si ribella e finisce male. Accattivante il loro primo randez vous che avviene durante una battuta di caccia alla volpe alla quale partecipano i rispettivi mariti - una lunga scena nella quale si alternano brevi sequenze del rapporto lesbico ed altre assai più lunghe della battuta: chiaro l’intento di sottolineare simbolicamente l’impari rapporto di forza su cui spesso si fondano le relazioni e che, con la morte della volpe braccata, di fatto anticipa l’epilogo del film.
C. Ricci
http://www.cinziaricci.it/filmes/film-contronatura.htm
ENTREVISTA A ANTONIO MARGHERITI
Siempre he considerado a Margheriti un realizador honesto a la par que válido. Introdujo el cine de ciencia-ficción en Italia y su carrera se dilata durante más de cuarenta años, en los que ha participado en todos los subgéneros demostrando gran corrección y en algunas ocasiónes cierta brillantez. Esta entrevista forma parte también del ya mencionado libro "Spaghetti nightmares", que al paso que vamos, acabaré traduciendo completamente. (Vale la pena, es sumamente interesante). Todos los errores que encontreis en la traducción, mea culpa.
¿Cómo recuerda su debut como director en “Space men”?
Fue una experiencia muy serena. Como previamente ya tenía bastante experiencia, no tuve ningún problema en concreto. “Space men” fue la primera película de ciencia-ficción producida en Italia y fue rodada en solo cuatro semanas con un presupuesto ligeramente menor de 24 millones de liras, menos que una película actual del artículo 28¹.
¿Fue un éxito?
Grande. Incluso se vendió en América, y pese al hecho de que se estrenó justamente cuando comenzaban los Juegos Olímpicos de Roma, funcionó bastante bién en Italia también.
¿Cómo adquiriste tu seudónimo?
Yo había elegido el nombre de Anthony Daisies (una traducción de mi nombre italiano) para “Space men”, pero los americanos prefirieron cambiarlo por Anthony Dawson porque Daisies, siendo un nombre de flor, podía haber causado alguna duda acerca de mi identidad sexual (se rie). Más tarde añadí una M para que no me confundieran con el actor británico Anthony Dawson.
“Il pianeta degli uomini spenti” fue más o menos una continuación de “Space men”, ¿no?
Sí, era otra película de ciencia-ficción, pero con un ligero tono irónico. Costó tres veces lo que la primera, pero también resultó ser un éxito. De hecho, todavía la pasan por la televisión americana. Casualmente, Giuliano Gemma aparece en ella, en el que fue su primer papelito.
¿Cuál fue exactamente tu contribución en el documental “Il pelo nel mondo”, de Marco Vicario?
Busqué imágenes de archivo de viejas grabaciones y rodé algunos episodios, pero Marco terminó el filme.
¿Cuáles son tus recuerdos de los “peplum” o películas mitológicas que rodaste en los primeros sesenta?
¡Prefiero olvidarlos! Fueron hechos únicamente para tener algo de comida en la mesa, como aquella historia de aventuras de “Soraya, reina del desierto”.
¿Tengo razón al decir que “Danza macabra” fue codirigida con Sergio Corbucci?
No. Se suponía que la tenía que filmar Sergio, pero como estaba ocupado en otra película, estuvo hablando con el productor Giovanni Addessi, que entonces me propuso hacerla. Sergio me reemplazó durante medio día pero no dirigió nada. Sin embargo, sí que escribió el guión junto con su hermano Bruno.
¿Requirió mucho esfuerzo hacer esta película?
Nos llevó dos semanas y un día (dedicado a los efectos). Desafortunadamente, ciertos efectos ópticos se perdieron junto con la copia original, que era en blanco y negro y muy romántica, al estilo de Edgar Allan Poe.
¿Prefieres “Danza macabra” o la nueva versión que hiciste en color “La horrible noche del baile de los muertos”?
Definitivamente “Danza macabra”. La segunda fue hecha por expreso requerimiento del productor, el mismo que produjo “Danza macabra”. Antes de eso rodamos otra película con Kinski, un thriller-western llamado “Y Dios dijo a Caín”, que sucedía enteramente por la noche y fue rodado en Roma en un período de siete semanas. Fue una experiencia extraña, como el otro western que filmé, que tenía una matriz fantástica, “Joko invoca Dio e…muori”.
En tu opinión, ¿cuáles son los principales defectos de “La horrible noche del baile de los muertos”?
Lo primero, el hecho de que fuera en color, que hace que la sangre se vea roja. También el uso del Cinemascope y, lo peor de todo, el hecho de que los actores eclipsaran la historia.
¿Encontraste alguna dificultad trabajando con Klaus Kinski?
Muchas dificultades. Siempre tenía que ser el centro de atención. Sin embargo hice cuatro películas con él. Creo que Herzog es el único director con el que más ha rodado.
Vayamos a “La vergine di Norimberga”.
Era una película más gótica que terrorífica. Completé el rodaje en tres semanas. Uno de los actores era el gran Christopher Lee, el cual, por primera vez, no tenía asignado su habitual papel de Drácula.
¿Es verdad que “Ursus, il terrore dei Kirghisi” fue comenzada por Ruggero Deodato? ¿Cómo acabó siendo firmada por ti?
Ruggero había sido mi ayudante durante muchos años y estaba dirigiendo su primera película. Yo estaba rodando “Los gigantes de Roma” al mismo tiempo y por eso solía pasarme por las noches y le echaba una mano. Entonces, como empezaron a surgir los problemas con los productores, me vi cada vez más implicado hasta que, al final la película me fue acreditada exclusivamente a mí para que se vendiese mejor en el exterior. De todos modos, Ruggero era ya un director muy seguro, incluso desde sus inicios.
¿Cuál es tu opinión de “I lunghi capelli della morte”?
La dirección fue un trabajo puramente técnico. Es una película bastante válida dentro de su genero. Los actores fueron bien elegidos, tenía unos buenos decorados del siglo XVII y un bello vestuario, pero los mecanismos del horror olían demasiado a película de serie B.
¿Y de la actriz principal, Barbara Steele?
Una actriz con talento, aunque carecía de naturalidad. Necesitaba mucha ayuda por parte del director.
En 1965 rodaste cuatro películas de ciencia-ficción al mismo tiempo. ¿Cómo pudiste hacerlo?
Fueron hechas para la televisión americana. Dos de ellas fueron producidas por la Metro: “I criminali della galassia” e “I diafanoidi vengono da Marte”, que contaba con Franco Nero en uno de sus primeros papeles. Escribía los guiones y rodaba simultáneamente durante las doce semanas que duró y todo ello con un presupuesto muy pequeño y usando a los mismos actores y decorados… ¡Fue una experiencia de locos! Pero por encima de cualquier aspecto negativo, fue una experiencia que ayudó a que mi nombre se estableciera en América, donde ya había hecho “La flecha de oro”, también para la M.G.M. A los americanos les gustó las películas y finalmente me aceptaron dentro de su mercado.
¿Por qué no fuiste capaz de dirigir “The adventures of Baron Munchausen”, el proyecto que fue anunciado a principios de los años setenta?
Porque no pude encontrar un productor que la financiara. Ya había dirigido otra comedia fantástica, “El hombre invisible” para Walt Disney, protagonizada por Dean Jones, y había preparado un guión muy divertido con Kinski en el papel del barón y Dean Jones como el último heredero de su estirpe. La historia era diferente a la del libro, mucho más personal. La intenté rodar en Praga.
¿Consideras los thrillers “Crimen en la residencia” y “Siete muertes en el ojo del gato” como películas menores?
¡No! “Crimen en la residencia” era una película extraña que hoy sería colocada en el mismo lugar que las de Dario Argento, mientras que “Siete muertes en el ojo del gato” era una buena película de misterio ambientada en el siglo XIX y que contaba con excelentes actores. Un filme muy elegante con una cierta lógica interna. Desafortunadamente, cuando la vi por televisión, cuatro secuencias habían desaparecido y nada tenía sentido.
“Contronatura” debe de ser una de tus mejores películas.
Quizá. Era una película muy atrevida para la época e incómoda para el público. Técnicamente hablando era demasiado complicada, con demasiados zooms muy cerrados, pero tendría que apuntar que yo mismo fui co-productor.
¿Cuáles son tus preferencias en el campo del fantástico?
Me gustas las historias fantásticas, increíbles, solo que son difíciles de transferir a la pantalla grande. Spielberg es muy bueno en esto, haciendo que situaciones totalmente ilógicas e improbables parezcan lógicas. Yo también tuve éxito haciendo esto en alguna de mis películas. La técnica es la misma que para las tiras de cómic.
¿Cómo fue tu relación laboral con Lee Van Cleef?
Buena. Lee era un amigo. Hicimos juntos unas seis o siete películas y una de las mejores fue “El regreso de Chris Gretchko”, que se estrenó en Italia en agosto como “Controrapina” y que recientemente ha sido adaptada para la televisión con el nuevo título de “L’ultimo colpo”.
¿Cuál de tus películas es tu favorita y cuál la que menos te gusta?
Entre mis favoritas, aún cuando no me gusta hacer distinciones en lo que se refiere a mis películas, está “El regreso de Chris Gretchko”, de la que acabamos de hablar, y el primer “Indio”. Dejemos eso de elegir la peor: ¿puede una madre confesar que tiene un hijo al que quiere menos?
¿Cuál fue tu labor en la producción de las dos películas que hiciste para Andy Warhol: “Carne para Frankenstein” y “Sangre para Drácula”?
Supervisé ambas y en cuanto a “Sangre para Drácula”, rodé varias escenas suplementarias a fin de que el metraje tuviera una duración estándar. La compañía de Warhol era buena cuando tenía que filmar películas cosmopólitas como “Trash”, pero en películas de época, teatrales y de 3-D como estas se encontraban como pez fuera del agua. Ellos continuaron con la filmación sin ni siquiera tener una copia completa del guión. Después de que completamos el primer filme con todos sus altibajos, desechamos el 3-D (aunque funcionaba bien en la primera) y fuimos capaces de hacer la segunda sin demasiados problemas. Ambas cintas tienen un buen tempo y una fotografía excelente.
“Voracidad” tenía un buen reparto, pero…
Correcto. Lee Majors estaba disfrutando del enorme éxito que tenía con la serie “The six million dollar man”, y los demás actores eran todos válidos. Por desgracia, esta película fue rodada para reemplazar otra que teníamos que haber hecho en Sudáfrica y el nuevo guión se cambiaba constantemente. Viendola ahora, la encuentro bien adaptada para la televisión (de hecho fue financiada por la CBS en América) y, pese a lo que se ha dicho, quiero dejar claro que no es una imitación de “Piraña”, que encima es posterior. De todos modos, no es una película de las que me gusta recordar, sobre todo porque el guión era pobre y desde un punto de vista técnico, la dirección era inferior a mis películas anteriores.
¿Qué opinas de la violencia en la pantalla?
Estoy en contra de ella. Siempre he intentado capturar un efecto de suavidad y amabilidad, algo para contentar a cualquiera. Hoy, las televisiones pasan cualquier tipo de películas. Consecuentemente, no tenemos derecho a trastornar la mente de aquellos que no quieren ver ciertas cosas.
Entonces, ¿por qué “Virus” contiene tanto gore?
Mi intención inicial era dirigir un filme que llevara un mensaje sociológico contrario a la guerra. No quería hacer un splatter, pero los productores, que querían copiar esa tendencia popular que fue lanzada por Romero en “Zombi”, tenían la última palabra.
¿Cómo hiciste la escena en la que le abren el estómago a Giovanni Lombardo Radice?
Le hice acostarse en una mesa de madera que estaba exactamente en la línea central del foco de la cámara y justo debajo de su pecho pusimos un maniquí al que sumergimos en el agua e hicimos explotar. Este efecto no funciónó realmente como había planeado porque no tuvimos el suficiente tiempo para perfeccionarlo.
¿Cómo te llevaste con Dardano Sacchetti en “Virus” y “El último cazador”?
Trabajamos agradablemente. Creo que “El último cazador” fue nuestro mejor trabajo, una película decididamente más agresiva y mejor que la primera. Fue la primera cinta que filmé en Filipinas.
¿Cómo recuerdas aquella serie de películas?
Dirigí once de ese tipo y disfruté de cada una de ellas. Allí en Filipinas reconstruí la Amazonia y la Centroamérica que he utilizado en mis más recientes trabajos.
“Yor, el cazador que vino del futuro” marca tu paso dentro de la fantasía heroica.
Tienes razón. Fue otra película en la que me inspiré en el cómic y fue originalmente diseñada como serie de televisión. Es una historia prehistórica, pero situada en un futuro que representa un nuevo amanecer para la humanidad, con hombres que empiezan de nuevo con porras sobre sus hombros.
Casi siempre has utilizado a los mismos actores: David Warbeck, John Steiner, Alan Collins (alias de Luciano Pigozzi).
Sí, ellos se muestran muy felices de trabajar conmigo porque sé cómo establecer una sólida relación entre nosotros. Todos ellos son actores inteligentes y versátiles.
“Caza en Vietnam” fue algo así como un precursor de “Platoon”.
Puede ser. Todos dicen que es una copia de “Acorralado”, pero es absolutamente falso. La película contiene un exhaustivo estudio psicológico, y al final, el heroe es asesinado, traicionado, pero no sabemos por quién. Puse mucha dedicación y esfuerzo en ese rodaje, que duró cinco semanas.
Hablanos sobre “L’isola del tesoro”.
Era una película de Renato Castellani. Me puse a rodarla después de su muerte. Al principio, se suponía que me encargaba de los efectos especiales, pero entonces, con el paso de los años, decidí supervisarlos simplemente, dejando su realización a mi hijo Edoardo.
¿Cuántos años pasaron?
El guión fue escrito 24 años antes de que empezara el rodaje. La RAI no quería ni la más mínima alteración en el guión, mientras que yo estaba seguro de que incluso el propio Castellani la habría reescrito. El resultado es que el filme carece de momentos espectaculares, y vista en su totalidad de siete horas y media de duración, se puede hacer terriblemente aburrida.
¿Cuánto duró la filmación y cuál fue su coste final?
Siendo un proyecto interno de la RAI, no hay manera de saber exactamente cuánto ha costado, pero en todo caso, fue cara. El programa de trabajo nos anticipaba una labor de 50 semanas de rodaje, mientras que pude terminarlo en 30, incluyendo un pequeño número de efectos especiales descritos en el guión. En mi opinión, porque fue hecha como lo fue, “L’isola del tesoro” no se puede comparar favorablemente con “Space men”, ya ni mencionar a Lucas y Spielberg. Hoy, los efectos especiales son muy importantes si quieres llegar al mercado americano. Los tiempos han cambiado.
A este respecto, “El humanoide”, de Aldo Lado, fue mucho peor.
Intenté conseguir los efectos correctos en cinco semanas, pero la pobre caracterización del humanoide representaba un problema insuperable. Además, el filme estaba estructurado como un pobre remedo de “La guerra de las galaxias”, y a pesar de que Castellari intentó desarrollar algunas buenas escenas de duelo, la película estaba básicamente condenada desde el principio.
“Alien degli abissi” parece una imitación mal hecha de productos como “Leviathan” y “Abyss”.
No del todo. Fue hecha antes que esos filmes, a pesar de que admitiré que se trataba de otro trabajo alimenticio de bajo presupuesto para la televisión. De alguna manera, fue una oportunidad perdida, aunque lograra hacer algún dinerillo en el extranjero.
¿Para qué tipo de películas crees que estás más capacitado como director?
Sin duda para las películas de aventuras con un ligero toque de cómic. Me gusta que mi imaginación fluya, como hacen las de los artistas y dibujantes de cómic. Ellos saben que no tienen límites y pueden inventar lo que les dé la gana. En nuestros días, gracias a Spielberg, la importancia del cómic por fin se ha visto reconocida por todos.
¿Cómo emprendes las escenas de desastres en tus cintas?
Bueno, reproduzco modelos bastante grandes, generalmente en escala de 1:6, y entonces pongo mucha atención a las técnicas de filmación, y uso, por ejemplo, unas lentes muy potentes de ángulo abierto. Los efectos especiales son la parte de la película que más me gusta hacer.
¿Cómo evaluarías tu carrera como director?
Un poco fuera de su tiempo. Si tuviera que comenzar ahora, las cosas irían mucho mejor, pero realmente no tengo que hacerme ningún reproche. El cine es mi vida, y gracias a la industria del cine, siempre he sido capaz de viajar y conseguir mucho de la vida.
¿Cuál es tu predicción sobre el futuro del cine italiano?
Si corre al mismo tiempo que el progreso tecnológico, la gente se cansará de la televisión y volvera a las salas de cine a mediados de los años noventa, quizá para ver películas holográficas.
http://stranovizio.blogspot.com/2007/06/entrevista-antonio-margheriti.html
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