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lunes, 24 de enero de 2022

La macchinazione - David Grieco (2016)

TÍTULO ORIGINAL
La macchinazione
AÑO
2016
IDIOMA
Español, Inglés, Italiano y Portugués (Separados)
DURACIÓN
100 min.
PAÍS
Italia
DIRECCIÓN
David Grieco
GUIÓN
Guido Bulla, David Grieco
FOTOGRAFÍA
Fabio Zamarion
REPARTO
Massimo Ranieri, Libero De Rienzo, Matteo Taranto, François-Xavier Demaison, Milena Vukotic, Roberto Citran, Alessandro Sardelli, Catrinel Marlon, Paolo Bonacelli
PRODUCTORA
Coproducción Italia-Francia; Propaganda Italia, To Be Continued, Montfluor Film
GÉNERO
Drama. Thriller | Biográfico. Crimen. Cine dentro del cine

Sinopsis
En el verano de 1975, la película "Salò" de Pier Paolo Pasolini es robada del laboratorio donde él la está editando. Esto es solamente el primer paso de un complejo plan que desembocará en la violenta muerte del poeta y cineasta. (FILMAFFINITY)
 
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El 2 de noviembre 1975, en la hidroescala de Ostia, tuvo lugar el asesinato de uno de los mayores intelectuales del siglo XX. Pier Paolo Pasoliniera un hombre incómodo para muchos y aquel brutal homicidio dejó un largo interrogante en las consciencias de quienes lo conocieron bien como poeta, escritor y director de cine. Durante todo este tiempo, se han sucedido las teorías sobre un delito tan misterioso como controvertido que acabó viéndose simplemente como un “homicidio con un trasfondo sexual”.

David Grieco, periodista y escritor, tiene en su haber dos documentales y la película Evilenko, que protagoniza Malcolm McDowell, acerca de un asesino en serie ruso apodado el monstruo de Rostov. También La macchinazione (P.P.P. Death of the Poet) [+] está rodada como un thriller y tampoco carece de monstruos: los que masacraron físicamente a Pasolini, quienes ordenaron su muerte, quienes lo cubrieron.

Grieco conoció a Pasolini desde temprana edad. Con él colaboró y escribió varias películas de Sergio Citti, amigo y colega del maestro. Fue uno de los primeros que acudió a la escena del crimen con el forense Faustino Durante y, posteriormente, colaboró con el abogado Guido Calvi en la redacción de la causa civil del primer procedimiento judicial en torno al homicidio. La cinta, que estará en los cines italianos desde el 24 de marzo gracias a Microcinema, sigue el mismo recorrido que el libro publicado el año pasado por el propio Grieco y su editor Rizzoli, lo que constituye un intento de reconstruir la monstruosa red de complicidades que subyacía en el delito. Se trata casi de un adelanto del libro, en el que se ofrecen pruebas, testimonios y documentos del caso judicial, a la vez que arroja las bases para la teoría de la maquinación que sugiere el título italiano.

La hipótesis del film parte de lo que Pasolini estaba escribiendo. La novela-investigación Petrolio, que quedó inconclusa, tenía entre sus protagonistas a Eugenio Cefis, titiritero de los poderes de país, presidente de ENI y Montedison y miembro de la logia masónica P2. Para el director, Pier Paolo Pasolini fue asesinado por sicarios de la mafia de Roma para hacer un favor al poder político y económico. El protagonista de la cinta es Massimo Ranieri, que encarna a Pasolini de manera ligeramente forzada (Pasolini murió a los 53 años, mientras que el actor y cantante tiene ya 65). El film recorre las últimas semanas de vida del poeta: está montando su película más escandalosa, Salò o las 120 jornadas de Sodoma; se topa con el misterioso autor de un libro-denuncia sobre Cefis al que persiguen los servicios secretos, y mantiene una relación con un joven arrabalero romano ligado a la delincuencia y llamado Pino Pelosi. Los negativos de Salò, misteriosamente, son robados. Pelosi participa en el hurto. Para recuperarlos, PPP es llevado hasta una trampa bien planificada que acabará siendo fatal.

Más allá de las tesis sobre la “macchinazione”, en la que uno puede creer o no, y de la exigencia de reclamar la verdad después de 40 años, la película tiene el mérito y quizá el íntimo propósito de honrar la memoria de un gran poeta e intelectual. La macchinazione es una producción de Propaganda Italia con Mountflour Films y la francesa To Be Continued y con la participación de François-Xavier Demaison (L’esprit d’équipe [+]) en el papel del periodista francés que entrevista a Pasolini.
Camillo De Marco
https://cineuropa.org/es/newsdetail/306367/

Dicen que Saló, los 120 días de Sodoma fue el testamento artístico de Pasolini. Lo cierto es que esa fue su última película, un film que ha merecido el calificativo de “maldito” porque es cine hecho sin concesiones. Pero a Pasolini no lo mataron por homosexual, ni por comunista sino porque se metió con alguien muy poderoso.

Esta es la premisa de La macchinazione, película de 2016 traducida al español como La conjura, que no es un thriller al uso, sino un film que se asoma al mundo interior de un cineasta quien debió tomar decisiones arriesgadas para mantener su integridad.

El director David Grieco, quien también funge de coguionista junto con Guido Bulla, opta por un tono reflexivo que logra mantenerse por el impecable trabajo de Massimo Ranieri, como Pasolini. A veces prevalece el homenaje sobre la acción y la trama se vuelve previsible por momentos pero esto no desmerece el conjunto.

En 1975 Italia es un país convulso. Los comunistas acaban de obtener un importante resultado electoral. Pier Paolo Pasolini es uno de los directores más reconocidos. A sus 53 años ha rodado joyas cinematográficas como Pajaritos y Pajarracos  (1966), Edipo rey (1967), Teorema (1968), Pocilga (1969) o la Trilogía de la vida integrada por El Decamerón (1971), Los cuentos de Canterbury (1972) y Las mil y una noches (1974) .

Cineasta de fuerte personalidad y de estética depurada, es también una figura conocida que no le teme al escándalo y emite sus opiniones sin temerle a la polémica. Pese a todo es querido y respetado. El evangelio según San Mateo (1964), una película que rescata el lado humano de Jesucristo, obtuvo el año de su estreno tanto el León de Plata del Festival de Venecia como el premio de la Oficina Católica del Cine.

Sus actores no son profesionales, es gente del margen, de la periferia romana. Muchos jóvenes, los mismos con los que juega fútbol los fines de semana en canchas improvisadas a orillas de la playa de Ostia.

Algunos, como Giuseppe Pelosi, «Pino», a quien ofrece ser actor, son sus amantes. Pasolini prefiere los encuentros furtivos, debajo de un viaducto, dentro de su propio coche, un Alfa Romeo. El director tiene una estrecha relación con su madre, aunque ella sabe de su condición homosexual y lo acepta como es.

Pasolini rueda Saló, película que marca una inflexión en su obra y está destinada a ser un escándalo. Se trata de una orgía sexual, con elementos sadomasoquistas, coprofágicos, y todo tipo de perversiones, que tiene como escenario la fugaz república de Saló, una institución que los fascistas italianos fundaron cuando vieron que la guerra ya estaba perdida.  

Saló, o los 120 días de Sodoma, se trata de una visión personal, fuertemente influenciada por el psicoanálisis y por la obra del marqués de Sade, del fascismo como ideología pero, más allá aún, de la crueldad y la perversión como partes constitutivas de la naturaleza humana.

Pasolini, quien además era un destacado escritor, prepara una novela llamada Petróleo y para ello se basa en un libro, un reportaje de un periodista, escrito bajo seudónimo, que pone al descubierto una compleja trama de corrupción que ocurre dentro de la ENI, la petrolera estatal italiana.

La lucha por el control del consejo de administración dentro de la poderosa empresa (tema de otra película, El caso Mattei, de Francesco Rosi) revela que un oscuro personaje llamado Cefis quiere hacerse con el poder a costa de lo que sea y para ello apela al soborno y hasta al crimen.

El libro desaparece de las librerías pero Pasolini, se interesa personalmente en el caso, logra descubrir al periodista y le propone un trato. Lo que no sabe es que lo están espiando y que su insistencia en apoyar la denuncia traerá consecuencias.

La primera es que secuestran los negativos de Saló del laboratorio y le piden a Pasolini un elevado rescate por su devolución. El cineasta acepta pagar una parte y decide encontrarse con los secuestradores, un grupo de jóvenes que él conoce, pues son amigos de su joven amante Pino.

Pero la cosa se complica y Pasolini muere en un confuso incidente en la cancha donde jugaba fútbol con sus amigos. Lo matan con su propio coche quienes querían evitar a toda costa que se supiera lo que posteriormente sería de todos modos conocido. El misterioso Cefis funda la logia P2 que sería tristemente célebre en Italia por sus actividades conspirativas.

Pasolini tomó decisiones arriesgadas pese a estar consciente de las consecuencias. Su novela Petróleo salió publicada de manera postuma, sin el capítulo dedicado al caso Mattei. El asesinato del director, aún no esclarecido, pone en entredicho el imperio de la justicia en Italia, un país donde, según el propio Pasolini, la verdad y la política parecen ser dos ámbitos irreconciliables.
Eloy Yagüe Jarque
https://culturamas.es/2021/05/26/la-pasion-segun-pasolini/

Tentando di raccontare l'omicidio di Pier Paolo Pasolini, David Grieco confeziona con "La macchinazione" un prodotto non riuscito, che vorrebbe seguire la strada dell'inchiesta ma appesantisce la sua costruzione con una serie di sovrastrutture e vezzi estetici ai limiti del kitsch.

Un delitto virato in kitsch

2 novembre 1975: all’Idroscalo di Ostia, nelle prime ore del mattino, viene ritrovato il cadavere di un uomo percosso e straziato. Poco dopo, il corpo sarà identificato come quello di Pier Paolo Pasolini. Per il delitto viene accusato e condannato Pino Pelosi, diciassettenne che frequentava il poeta e aveva con lui una relazione. Ma, fin dall’inizio, sono numerosi i dubbi che si addensano intorno alla sentenza, a partire dalla probabile presenza di altre persone nel luogo del delitto, fino alle indagini che Pasolini stava conducendo su alcune trame relative allo stragismo italiano, e ai suoi incontri col non identificato scrittore che usava lo pseudonimo di Giorgio Steimetz. Le indagini confluiranno poi nel romanzo-inchiesta Petrolio, uscito postumo nel 1992. I dubbi sulla versione ufficiale, che vuole il solo Pelosi come responsabile del delitto, e l’ipotesi di una congiura facente capo ai potentati politici ed economici, ai servizi segreti, e ad ambienti dell’estrema destra, sono riassunti nel libro di David Grieco La macchinazione, ispiratore di questo suo omonimo film.

È un lavoro, quello di Grieco, che a oltre quarant’anni di distanza vorrebbe rendere conto di quella che, per la cultura italiana e per la vita del paese nel suo complesso, resta una ferita aperta. Un evento, la tragica morte di Pasolini, che in un periodo drammatico come quello degli anni ‘70 va a inserirsi in una rete di trame tuttora impossibili da districare, che hanno visto il nostro paese teatro di una guerra solo in minima parte facente capo ai suoi protagonisti. Il delitto Pasolini, con i tanti dubbi sulla sua ricostruzione, e le tante ipotesi alternative, si inserisce tuttora tra quelli che possiamo definire (con un certo grado, inevitabile, di semplificazione), i “misteri d’Italia”. Il cinema, tra i tanti mezzi espressivi del poeta, ha già indagato questo evento (e la figura di Pasolini nel suo complesso) in più di un’occasione: tra queste, il film-ricostruzione di Marco Tullio Giordana Pasolini, un delitto italiano, il misconosciuto Nerolio di Aurelio Grimaldi, e il più astratto – nonché più centrato sulla figura del poeta in sé, e sui suoi ultimi giorni – Pasolini di Abel Ferrara.

Ora, a tentare di dare un ulteriore contributo alla ricerca della verità (e all’indagine su una figura che non smette di affascinare) giunge proprio Grieco, che con La macchinazione traduce in immagini il suo omonimo saggio. Nel progetto dello scrittore e regista italiano, che già aveva rifiutato di collaborare alla stesura dello script per il film di Ferrara, c’è in realtà più di un intento polemico verso il non apprezzato lavoro del collega americano: libro e film nascono, secondo le parole di Grieco, come una sorta di “riparazione” a quella che secondo il regista sarebbe stata “un’ultima, oscena lapide cinematografica sulla vita e la morte di Pier Paolo Pasolini”. Nonostante la polemica dichiarazione di intenti di Grieco, comunque, il suo film sceglie un’ottica diversa e complementare rispetto a quella di Ferrara: intima, visionaria e morale (non moralista) quella del regista americano, politica, divulgativa e composita quella dell’italiano. A vestire i difficili panni di Pasolini troviamo qui un inedito Massimo Ranieri, contornato da uno stuolo di comprimari di lusso comprendente Milena Vukotic, Roberto Citran e Libero de Rienzo.

Scegliendo la strada dell’inchiesta filmata, ma appesantendo inopinatamente il film di una serie di sovrastrutture e stilemi che sfiorano il kitsch, Grieco confeziona purtroppo un prodotto cinematograficamente deludente. Cercando di rifarsi all’asciuttezza e visionarietà di un maestro come Francesco Rosi, il cineasta italiano dimentica il rigore, dissemina la pellicola di parentesi inutili, perde sovente di vista la ricostruzione e si mostra smanioso di esibire una malintesa autorialità. Inutili (e gratuite) alternanze di bianco e nero e colore si sommano a didascalismi involontariamente ridicoli (le immagini virate al negativo a seguire l’annuncio del furto dei negativi di Salò o le 120 giornate di Sodoma) e a sequenze in digitale (l’ultima è la più significativa) di cui sfugge l’utilità nell’economia narrativa del film.

Una generale sciatteria registica, quella di questo La macchinazione, che risulta aggravata dalla performance sottotono di Massimo Ranieri, evidentemente fuori parte e poco convinto in un ruolo non nelle sue corde; ma sottolineeremmo anche il carattere grottescamente posticcio dell’accento romano di Matteo Taranto (era così difficile doppiarlo?) Così, il film di Grieco finisce per vanificare la sua pur presente urgenza divulgativa, in un prodotto artisticamente non riuscito, tanto esteticamente vacuo da risultare respingente anche per chi si fosse accostato con interesse al suo soggetto.
Marco Minniti
https://www.asburymovies.it/2016/03/23/la-macchinazione/ 

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